sábado, 31 de julio de 2010

Centenario del abstracto en el MURA

Se inaugura la exposición Arte Abstracto en Jalisco 1933-2010, una revisión. El punto de partida de la muestra es un óleo sobre cartón, fechado en 1933, de Francisco Caracalla, considerado precurson de la corriente artística en esta ciudad.´
La muestra está integrada por 12 esculturas y 60 pinturas de diversas técnicas de 72 artistas distintos entre los que destacan tanto experimentados como jóvenes. Entre los nombres figuran Alma Albineda, Rafael Barajas, Alejandro Botello, Joao Rodríguez, Sandra Carvajal, Mari Carmen Souza, Kraepellin, Rodrigo Medina, Toni Guerra y Ana Luisa Vidales.
El arte abstracto jalisciense no tiene balbuceos, desde un principio los artistas arriesgaron. Una vez que se adentraron en el lenguaje de la abstracción, independientemente de la corriente, ca
da artista ha encontrado su propio lenguaje e incluso puede combinar corrientes.
No dejen de asistir a esta interesante exposición en el MURA, Mariano Otero 375, permanecerá vigente hasta el 29 de agosto.

Conferencias acerca de abstracción


Exposición 100 años de abstracción


miércoles, 28 de julio de 2010


Ehecatl


El viento

El viento inspira con su movimiento, a veces fuerte, otras suave, con cambios inesperados.
Los aztecas idolatraban al dios Ehécatl, señor del viento, de la lluvia y de la vida. El dios que interviene en la creación del quinto sol. Sus poderes creativos residían en su capacidad de mover los vientos por los distintos rumbos y niveles del cosmos. Es la fuerza que transporta el aire, el soplo que empuja las nubes y precipita la lluvia en la tierra, la creatividad es la presencia de su ser, el aliento que emana de su boca es el soplo vital.
Esa misma fuerza la transfiero en esta serie, crear movimiento, cambio, trabajar con espontaneidad y libertad, como el viento transmitir mis diferentes emociones. Buscar armonía en tonos y valores, contruir y reconstruir a través del proceso creativo, encontrar el equilibiro sin dejar de sentir que la obra fluye, descargar color, texturas, dar luz, seguir el ritmo de mi propio temperamento para conectarme con la obra.
Cada tela tiene un significado personal, algo verdaderamente auténtico que me permite intuir, ver el todo claro y conectado, fijar un momento para pasar a otro.
La lectura de la obra es un viaje del espíritu, querer explicar algo que linealmete no se comprende ya que se manifiesta de diversas maneras, expresando sentimientos y fantasías que constantemente se mueven, que cambian, con múltiples entradas y salidas, es para leerse una y conectarse con otra. Es como el viento, so hay que seguirlo...